Amy Hughes, autora de Estilo de salvamento, ofrece sus consejos aprendidos para contarle el artículo genuino a un impostor.
Formar una impresión
Retroceda y observe detenidamente el diseño, la proporción y los materiales. Luego pregúntese si todas las partes funcionan juntas para crear un todo armonioso. Por ejemplo, si las patas de una repisa de la chimenea se ven demasiado delgadas para soportar su amplio estante, es probable que sea un Frankenstein.
Compruebe la pátina
Es una apariencia desgastada desarrollada a partir de años de uso, no al aplicar una solución anticongelante o capas de pintura nueva, lo que hace que los detalles recuperados sean tan deseables. Una verdadera pátina tiene una superficie cálida y variable; un acabado falso puede parecer demasiado perfecto.
Busque la marca de un creador
Algunos muebles empotrados de madera llevan la firma de un carpintero. Pero las marcas son más comunes en la parte posterior de los azulejos de cerámica de la época victoriana y en las bases o huecos de jardineras ornamentales de hierro fundido, bebederos para pájaros y fuentes.
Recógelo
El trato real suele ser pesado. Las vallas viejas estaban hechas de hierro pesado, no del aluminio ligero que se usa hoy en día. Los bancos de jardín fueron tallados en piedra en lugar de moldeados con resinas. En el caso de la madera, es lo contrario: el material sólido pesa menos que el contrachapado moderno.
Considere el precio
Uno alto no es garantía de autenticidad, pero un precio súper bajo generalmente es demasiado bueno para ser verdad. En caso de duda, use su teléfono inteligente para hacer un pequeño análisis comparativo sobre el terreno comprobando a qué precio se venden piezas similares a través de sitios de subastas en línea.